martes, 25 de febrero de 2014

Artículo 6. Cada persona es un mundo. Hagamos turismo

Todos hemos oído alguna vez eso de que cada persona es un mundo. Y es que dentro de cada un@ de nosotr@s hay una persona única.
No hay dos mujeres ni dos hombres iguales.
Aunque siempre queda la química del amor que junta a dos personas, similares en algunos aspectos de su vida.

Hay que descubrir más de un "mundo" y de cada uno extraer lo que más nos agrade para satisfacer a ese " mundo" llamado media naranja al que haremos feliz el resto de su vida.

No pienses que aquello que practicabas en la cama con un rollete es lo único que existe en el ámbito sexual.

Cada hombre o cada mujer te hará gozar de una manera diferente.
A unos les gusta el sado, doloroso y exagerado por todas partes, otros prefieren una noche que mezcle amor y pasión. A unas nos gusta a oscuras a otros con luz, unos quieren sexo oral, otros sexo anal, algunas tienen dos orgasmos y otras con tres están insatisfechas.

Cada pareja es un mundo, donde pie cierto hay un idioma común que es el de las hormonas disparadas, el del corazón que suspira.

Sí tú vas a un país de visita de adaptas a lo que es costumbre allí, y sí te quedas a vivir allí hacer cualquier cosa por ser igual que el resto.
En una pareja es lo mismo. Sí la unión carnal es cosa de una noche, aprovéchala al máximo, disfruta de cada rincón oculto de ese cuerpo que tienes delante. Y sí el cuerpo merece la pena hay que repetir.
Si las relaciones sexuales tienen lugar con esa persona con la que compartes tu vida, ambos debéis adaptaos al otro, hasta encontrar similitudes en la cama. Y no nos olvidemos e variar de vez en cuando.
Cada uno de nosotros somos distintos y hay que aprovechar (sobretodo sí no tienes pareja), para viajar, y hacer turismo. A veces viajamos a un país lejano, lo descubrimos, y nos enamora a primera vista. Otras, las menos, después de haber visto fotos de ese destino soñado ( no olvidemos que el destino no es una ciudad, sino una persona), nos decepciona y queremos salir de ahí casi antes de llegar. Pero como reza el título de una película "el turismo es un gran invento"

domingo, 23 de febrero de 2014

Artículo 5. La cama no siempre se cubre de pétalos de rosa.

Cierto. Algunas de nosotras querríamos que nuestra cama estuviera cada noche llena de pétalos de rosa, que hubiera unas velas rojas y que oliera a un perfume que nos embriagara los sentidos, que tuviéramos cerca una copa de fresas con nata, un poco de cava, y la cama llena de corazones.

Y ya de paso que nuestro hombre estuviera en la cama esperando paciente a que nosotras apareciéramos por el dormitorio, como es lógico sin saber nada de lo que hay organizado.

Pues eso debe ser algo que solo pasa en las películas.

No conozco yo a ninguna fémina que se haya encontrado algo así en su cama ni en la noche de bodas.
Por supuesto yo tampoco. Lo más que he tenido yo en mi cama ha sido un ramo de flores con una rosa para mi 31 cumpleaños. 

Y es que yo creo que nosotras pedimos mucho en determinados momentos, pero los hombres tampoco ponen mucho empeño en fomentar a veces un ambiente diferente.

Eso sí, tu le oyes a tu chico decir que quiere que lleves un tanga rojo, o un picardías negro, la próxima vez y te compras todo lo que deseé en una buena lencería. 

Si les pides flores te dicen que no tienen cerca una floristería, el chocolate engorda, el cava se sube a la cabeza... todo son pegas. Pero eso sí, ellos tienen encima de la mesilla el paquete de tabaco para el "cigarrito de después", los que no fuman pues, tienen el pijama bien organizado para dormirse justo después de acabar el acto.

Ellos van a lo directo, a mojar la pluma en el tintero, y tienes suerte si antes de pasar a la acción, intentan calentar motores y dedican unos minutos a los preliminares. 

Eso sí, no todo es malo en ellos, pobrecicos, se conocen a la perfección todas las zonas internas de una mujer aunque sea porque las han visto en una peli x o en las revistas guarras que ocultan bajo la cama.
Velas no encienden, pero a nosotras nos hacen arder rápido como si fuéramos cerillas.


sábado, 22 de febrero de 2014

¿Cuando sentimos más deseo sexual?

En qué momento del día sentimos más ganas de tener relaciones sexuales?
Según un estudio, las mejores horas son las 9 de la mañana y las 4 de la tarde, es decir, la hora de levantarse, y la hora de la siesta en algunos casos.
Esto se debe a que los niveles de hormonas a estas horas están disparados.

Cierto es, que después de las comidas, si son especialmente copiosas el cuerpo no está muy dispuesto a agitarse bruscamente, y tengo comprobado que se corta la digestión. 
Así que ciertamente, después de comer, y recoger la cocina con calma, y pegarse una buena ducha (juntos) ¿por qué no?.

Y si no, si fuera el caso de que tu pareja llega de trabajar, come y se mete a la ducha sol@, siempre puedes asaltar el cuarto de baño y aprovechar ese instante en que más o menos serán las cuatro de la tarde, y que uno está ya sin ropa y en teoría la otra parte va sin delantal, pues se aprovecha la ocasión.

Ataca por la espalda, abrazaos, besaos en el cuello, por la espalda, aprieta tu pecho contra los senos de tu chica y si puedes, la coges en brazos y te la llevas al dormitorio, después de estar varias horas sin veros,  no creo que de mucho tiempo de recoger el baño. 

Crea un ambiente nocturno en el dormitorio, nada de hacerlo con los rayos de sol entrando por la ventana. olvídate del pijama, la única cosa que te vas a poner encima es el cuerpo de tu pareja y en caso de que sea invierno, pues una colcha calentita.

Si las ganas acontecen a la hora de levantarse pues para qué esperar, no hay mejor desayuno para el cuerpo que uno en la cama, a base de preliminares, besos, mimos, y un gran colofón de varios minutos.  (A estas horas, el orgasmo debe acallarse con un buen beso, porque los vecinos pueden quejarse un poco).

Por la noche, estamos agotados, por trabajar durante el día me refiero, pero los sábados suelen ser un buen día, a partir de las doce, o cuando se llegue a casa tras una juerga para desfogarse.
Si sois muy jóvenes y no vivís juntos, pues obviamente no teneis mucho donde elegir, si solo os veis el finde, pues... o mojas o es que tu chica está "cerrada por obras mensuales" en tal caso aguanta una semana más, no queda otra. Eso sí, o echas a los padres de vacaciones o tú verás como te organizas.  En los parques no se puede, en los coches no hay espacio y en un pub es poco íntimo.

Ale que han dado las 11 de la noche y dicen que a esas horas los sábados se produce el mayor climax sexual de las mujeres. Y hoy es... sábado.

jueves, 20 de febrero de 2014

Bésame - Abrázame, o hazme un combinado.

Creo que no soy la única a la que alguna vez le han preguntado si prefiere un beso o un abrazo.
Pues la verdad, depende del momento y de quien te lo de.
Un abrazo transmite calor, amistad, una sensación de sentirse arropado en momentos de soledad o de tristeza. Un beso puede significar muchas cosas según como, donde y quien nos lo de.

Ahora, en la cama, la cosa cambia un poco. Que recorran tu piel poro a poro a besos, te produce una placentera sensación.

Los besos en el cuello o en la parte trasera de las orejas, son seriamente "peligrosos", producen un cosquilleo por el cuerpo, semejante al de un escalofrío. Te aceleran lo mires por donde lo mires.

Los besos furtivos, los que das a la almohada de tu cama, donde tienes la foto de esa persona a la que amas, pero que no está a tu lado, los que te das con tu chic@ en el ascensor, subiendo nueve pisos, esos que te dan mientras duermes, los que intentas robarle a tu pareja en la primera cita (esos que algunos se niegan a darte, pero que luego se cobran con intereses), los besos en los que dos bocas se entremezclan, comparten sabores, sensaciones, sin la idea de despegarse, solo sintiendo algo único. Esas mariposas no se sienten más que cuando besas a tu pareja por primera vez, no hay otro igual por más que lo intentes.

La combinación de ambas expresiones (beso-abrazo) entre amigos significa una cosa y en una pareja otra muy distinta.

Tú a un amigo lo ves después de meses, os dais un abrazo, un beso, pero no tenéis necesidad de mantener ese instante por horas a menos que uno de los dos esté colgado por el otro.

Pero ahora imagina, apaga la luz de tu dormitorio, o enciende una suave, por una música lenta, que os guste a los dos, que os recuerde algo. Abrazaos por el cuello, sin ahogarse ;-), y ahora besaos. Cualquier parte del cuerpo es buena para empezar.

Si sois capaces de aguantar una canción sin respirar pues un buen beso boca a boca puede ser perfecto, si no sois de buenos pulmones, o vuestra canción dura un cuarto de hora, siempre puedes ir paso a paso, incluso aprovechar y comenzar a dar rienda suelta a vuestra imaginación, quitaos la ropa, dejad que vuestros cuerpos se vayan sintiendo poco a poco.

Puede suceder que éstos hayan experimentado un estado de excitación incontrolable, y entonces no sería de extrañar que esta canción termine con vosotros dos metidos en la cama más abrazados que antes, y desde luego calentitos aunque sea pleno mes de enero.

miércoles, 19 de febrero de 2014

Artículo 4. Sexo para relajarse, y disfrutar, claro.

El sexo relaja. Eso es tan cierto como que estamos en invierno.
¿Cuantas veces alguien nos ha visto estrésados o de mal humor, y nos dice? Tú lo que necesitas es un buen polvo.

Y es verdad, o al menos eso parece. Sensación de sentirse amad@ por alguien, de relajarse, concentrarse en la idea de tener un orgasmo, hace que te olvides de todo lo demás.

Cuando un psicólogo te dice que para ahuyentar la ansiedad o el estrés, hay que relajarse y pensar en otra cosa, podemos tomar diversas opciones, pasear, leer, hacer yoga... Pero una relación carnal, pasional, en la que la persona que tienes contigo en la cama te acepta como eres, mejora muchas cosas. Sí para excitarse nos damos un masaje, en la espalda, en los pechos, en la cara interna de las piernas... Este preliminar nos dejará excitados y relajados.

La concentración mental y física llega cuando tu cuerpo y tu mente se centran en satisfacer las necesidades sexuales de tu pareja y claro está las tuyas propias.
Sí llenas tu mente de problemas no disfrutas del placer de sentir el cuerpo desnudo de la persona que amas. Piensa en el/ella. En aquellas experiencias sexuales pasadas con esa pareja o sí es la primera vez disfruta de lo que descubres.

Durante una relación se libera xerotonina, oxitocina y endorfinas que aumentan nuestro nivel de felicidad y bienestar.
Además se aumenta la seguridad en sí mismo y en tu pareja.
Es por eso que una relación sexual nos relaja, nos produce un enorme bienestar, y mejorará nuestro estado general.

Relajate, disfruta,  y a ser posible introduce novedades en tus relaciones de cama, para no caer en la monotonía y hacer de estos momentos algo especial, único, que nos apetezca y que asociemos siempre a un momento de relax.

martes, 18 de febrero de 2014

Artículo 3. Hay que gritar en la cama. que se disfruta el doble.

A menudo nos topamos con parejas excesivamente ruidosas a la hora de tener relaciones sexuales. Le ponen tanto énfasis que se les oye en todo el bloque.

Recuerdo una vez en un hotelito de montaña que tenía como vecinos de habitación a una pareja joven excesivamente fogosa. tal era así, que nos despertaron a mí hermano y a mi que éramos unos críos con unos gemidos dignos de una película con más de dos rombos.
Ahora tu explícale a un niño de cinco años que eso no es una película de miedo.

Pero claro, no siempre se puede estar callado.
Suele ser común sobretodo en las féminas que el orgasmo se acompañe de una sinfonía de gritos,, de placer, como es lógico.

Eso por no hablar de que entre posición y posición se mueva el somier, o se oigan los muelles del colchón. Incluso en el peor de los casos rompas el canapé como le pasó a esta que escribe.

Pero, eso sí, gemir en la cama a veces se hace por placer, bueno casi siempre, y luego se sube el volumen como venganza a ese vecino que nos joroba la siesta todos los días.

Ese mismo vecino, que te pega puñetazos en la pared mientras tú toda ardiente y excitada, quieres te te metan una verga tamaño extra, o que te arañen, o que te muerdan los pezones hasta dejarte los dientes marcados.

Si en ese punto oyes los puños de tu vecino subes los decibelios de tu juerga carnal, hasta quedar afónica. Y le dejas bien claro quien manda en tu cama.

Eso sí, corres el riesgo de que tu hombre se quede sordo, pobre, pero puede darse el caso de que después de dos o tres orgasmos continuados, que tú ya no puedes más, te pida que le finjas uno más para vengarte del vecino traidor y para disfrutar él. Otra vez.

Como es lógico si tus vecinos follan mucho, y tú no te comes un colín desde hace meses, te entra una envidia mortal y una de dos, o te apañas mano sobre mano o les llamas para unirte a la juerga.


lunes, 17 de febrero de 2014

Artículo 2: Las comparaciones en la cama son terribles.

Si eres de esas personas con escasa memoria para los nombres, cuando estés con la pareja de tus sueños intenta recordar a la perfección su nombre.
Parece una bobada, pero es importante, más bien obligatorio.

De ninguna de las maneras llames a tu chic@ con el nombre de tu ex, y menos aun la confundas con la chica con la que diste el lote el fin de semana.

Es una falta grave. Imperdonable.

Estar en vuestra cama, sin nada más que vuestra propia piel, abrazados, y que de repente te digan ¿Sabes Isa, esta noche estás preciosa? y tú, que estabas totalmente embobada, acariciando esos pelillos incipientes y rizados que tiene tu  chico en el pecho, levantas la vista y con cara de cabreo general le dices ¿Isa? tu me vas visto bien, ¿quien es Isa? el tio, ya empieza a pensar y te dice ah, no mi vida, pe... perdona quería decir Ana.  ¿Como dices, y esa otra golfa quien es?

Queda patente ya, que tú tampoco eres Ana, y saltas de la cama de morros profundos y te largas al sofá.

Yo, tal vez le tatuaría a fuego vivo mi nombre en su frente para que cuando se mire al espejo recuerde que me llamo Sofia. Y no se lo grabo en el pene porque no le cabe ni en estado de máxima alerta.

Si eres una mujer no se te ocurra bajo ningún medio comparar el miembro de tu pareja con el de tu ex. Si lo haces te has metido en un laberinto del que nunca saldrás viva.
No hables de su tamaño, pues lo que hay es lo que hay, y solo se trata de saber manejarlo. Eso sí, como el asunto funcione a las mil maravillas ya le puedes poner un monumento.

Por experiencia te digo, que más de uno quiere más a su pene que a su novia. Y lo tienen en un altar como si fuera el fin de todos los males.

Tampoco le digas que tu pareja anterior te hacía gozar en la cama como una perra, y que tenías docenas de orgasmos. Primero porque no sería verdad, (más de seis no conozco yo casos), y luego porque te mandaría con él echando chispas.

En cualquier caso, si él tiene un error, tú puedes tener otro, pero la cosa no funcionaría. Se trata de conocerse cuanto más mejor, y de llegar al climax cuanto antes, no de hacerse la picha un lio (nunca mejor dicho) y acabar en una batalla campal.





Artículo 1. tu madre y tu mujer son incompatibles en la cama.

Cuando dos se meten en la cama, y no es precisamente para dormir..., hay errores que no debemos cometer nunca.

Imagínate en plano éxtasis orgásmico, después de un mes de ayuno y abstinencia, da igual que seas hombre o mujer, y en ese momento álgido, llega tu pareja y te dice totalmente entusiasmad@: Cariño, acabo de recordar que tengo que llamar a mi madre, tu espérame aquí que vengo enseguida.

Y sale del dormitorio, a oscuras, sin ropa, dispuesto a coger el teléfono, como si fuera el fin del mundo.

¿Como que espérame, pero esto que es? Dejarme a mí con el postre a medias. ¡Señor que paciencia! 

En realidad no se que es peor, si que te dejen a medias o que esto se produzca por culpa de la suegra, por muy bien que se lleven tu pareja y tu madre estas cosas joroban un poco. 

El caso es que has dejado a la parienta en la cama, ardiendo como una hoguera en enero, y con una mala leche que no hay quien la aguante.

Si no sucede muy a menudo lo podemos considerar un descuido, pero como sea una costumbre, la has liado pero bien. Ya no puedes arreglarlo con nada, porque seguro que a lo que regreses a la cama con decisión de rematar el asunto, tu pareja ya se ha quedado dormid@ y por mucho que de des besitos no hay nada que le haga despertar. Y más te vale que no abra los ojos...

Y es que siempre se ha dicho que tres en la cama son multitud. 

Punto de partida

Este blog nace con la idea de escribir alguna que otra cosa un poco subida de temperatura.
Ya sabemos mi ordenador y yo que no gustará a todo el mundo. pero esperamos al menos que alguien venga de visita a menudo.

Muchos textos pueden estar basados en experiencias, aunque claro nunca se darán datos específicos.
Cuando una se queda soltera de nuevo y busca alguna que otra relación sin éxito, sólo le queda tomarse con humor las cosas pasadas.