sábado, 8 de marzo de 2014

El sexo es necesario todos días de tu vida.

Según la pirámide de Maslow, el sexo se incluye como una de las necesidades básicas del ser humano. Tan necesaria como respirar, comer o dormir.

Algunas personas no pueden pasar sin tener experiencias sexuales ni un solo día de su vida, bien con su pareja o bien, con "sus propios recursos".
Se dice que mientras no lo pruebas, no lo necesitas, pero como lo pruebes, estás perdid@.


Es como el tabaco, ya lo necesitas para vivir mejor.

Cuando se tiene pareja estable se disfruta del placer sexual tantas veces como se puede, teniendo en cuenta que hay días que las mujeres necesitamos estar cerradas por obras, pero vamos, nos joroba más a nosotras que a vosotros por más que digais que siempre nos duele la cabeza.

Cuando la pasión se agota, porque es evidente que con el tiempo la vida se convierte en rutina y nos olvidamos de nuestras necesidades, la parte ardiente de cada uno se apaña como puede y cuando quiere. Y, alguna vez manda la piel, pero nada es como la primera vez.

Si estás sin pareja después de una temporada con alguien, te costará ver que puedes vivir sin "echar un polvo" de vez en cuando. Pero se asume, y se descubren nuevas maneras de gozar de la intimidad de cada uno, con esas cosas que con tu pareja no hacías.

Si en ese período de soltería se pone algún cuerpo a tiro, pues no se debe desperdiciar la ocasión, disfrútalo como si no hubiera mañana, incluso como si nunca hubieras hecho nada. Será como sentir una primera vez, de nuevo.
Es momento de descubrir cosas nuevas, sobretodo una persona nueva, con la que quien sabe, puedes incluso repetir alguna vez en tu vida.

Tener una relación carnal después de meses sin catar nada, es como comerse una tarta de chocolate después de varios meses a dieta.
Hay que hacer que dure lo máximo posible, saborearla despacio, comértela como quieras pero sin seguir un protocolo establecido. Devorarla con las manos, a mordiscos, sin cortarla... y si estaba buena comerte otra lo antes posible.

Pues en el sexo igual, no hay reglas bi normas, sólo ganas de satisfacer una necesidad tan primaria como comer, tan sana como dormir. Las ganas son a veces tan insaciables que no sabemos retenerlas y si no hay con quien pues se busca remedio. Que todo se puede arreglar.

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