¿Y SI SOY ADICTO/A AL SEXO?

Una adicción es la pérdida de control o la incapacidad que tiene una persona para frenarse de hacer algo. A la larga, ese algo le trae consecuencias negativas”. 

Perfil de la persona adicta al sexo

 De forma general, la persona adicta al sexo mantiene una actividad sexual excesiva, habitualmente promiscua e incontrolada, y presenta las siguientes características:

·      Varón joven (‘ninfomanía’  en el, caso de la mujer).

·  Falta de control de impulsos, y de concentración. La   satisfacción sólo la obtienen en el momento, sintiéndose después culpables por haber mantenido la relación.

·      Persiste en su conducta a pesar de las consecuencias negativas.

· Tienen pensamientos sexuales constantemente y de forma intrusiva.

·    No es capaz de controlar su impulso sexual.

·      Su conducta sexual es ocultada mediante engaños, mentiras.

· Frecuentemente recurre a la masturbación, encuentros con desconocidos,cibersexo, pornografía, prostitución…

·      El tiempo que dedica a la búsqueda de sexo le lleva al aislamiento, además de traer problemas económicos y familiares.

·      Baja autoestima.

·      Presenta síndrome de abstinencia cuando no mantiene relaciones sexuales.

Síntomas generales para su diagnóstico de la adicción al sexo :

• ·      Falta de control sobre una conducta sexual inadecuada.
• ·      Comportamiento sexual de carácter autodestructivo.
• ·      Incapacidad de reprimir esta conducta.
• ·     Cambios de humor dependiendo de si se ha tenido o no, actividad sexual (por ejemplo depresión o euforia).
• ·      Aumento del número de relaciones sexuales.
• ·  La persona adicta invierte una cantidad de tiempo excesiva para tener relaciones sexuales.

           

Prevención de la adicción al sexo

Hay que trabajar ciertas variables de personalidad que pueden aumentar la posibilidad de que la persona sufra este u otro tipo de adicciones.

Es importante disponer de unas dosis de asertividad, autoestima, tolerancia a la frustración, etc para poder prevenir cualquier adicción.

Para lograrlo, es importante entrenar a las personas vulnerables  en técnicas asertivas que reduzcan la dificultad de mantener relaciones interpersonales adecuadas, así como en técnicas de gestión emocional que les permitan reducir sus propios impulsos. Todo ello, mediante talleres psico-educativos sin necesidad de psicoterapia.