jueves, 17 de enero de 2019
Masajear es algo que puede excitar, sabiendo, claro, lo que tocamos y como lo tocamos.
Las plantas de los pies, y la espalda contienen gran número de terminaciones nerviosas, que estimulan el cuerpo.
Con un hielo, con plumas, con las yemas de los dedos, o con la lengua. Despacio, recorriendo cada esquina, conseguimos asi pues, además de relajar en algunos momentos, despertar a nuestr@ amante.
Haz que sienta escalofríos, besa sus pecas, si las tiene, recorre su columna, y acaba "donde la espalda pierde su nombre ".
La espalda es uno de los dos caminos a la perdición, es el principio de un abrazo, dormir abrazados por la espalda ayuda a muchas personas a conciliar el sueño , y sobre la espalda de nuestro amante podemos dibujar o comer.
Nos centramos en el torso, porque mordemos los pezones, o en la zona púbica, en lo genital... y a mí, cada vez me gusta más la espalda
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