jueves, 17 de enero de 2019


Masajear es algo que puede excitar,  sabiendo, claro, lo que tocamos y como lo tocamos.

Las plantas de los pies,  y la espalda contienen gran número de terminaciones nerviosas,  que estimulan el cuerpo.

Con un hielo, con plumas, con las yemas de los dedos, o con la lengua. Despacio, recorriendo cada esquina, conseguimos asi pues, además de relajar en algunos momentos, despertar a nuestr@ amante.

Haz que sienta escalofríos,  besa sus pecas, si las tiene, recorre su columna, y acaba "donde la espalda pierde su nombre ".
La espalda es uno de los dos caminos a la perdición,  es el principio de un abrazo, dormir abrazados por la espalda ayuda a muchas personas a conciliar el sueño , y sobre la espalda de nuestro amante podemos dibujar o  comer.

Nos centramos en el torso,  porque mordemos los pezones, o en la zona púbica, en lo genital... y a mí,  cada vez me gusta más la espalda

viernes, 4 de enero de 2019

A veces, si te sientes bien con quien compartes lecho, pierdes la vergüenza, los miedos, y no queda nada de aquella mujer temerosa que aún a veces siente miedo, o pudor ante un hombre.
Pero, si encontramos un hombre que ve en su amante algo más que un cuerpo penetrable, el amor, el sexo, pueden ser maravillosos.

Y si tengo que amarte como quiero que me amen, como a mí me gustaría, te pondré rosas, y una luz tenue que no sea blanca,me cantaré baladas....

Y antes de desnudarte, te besaré despacio, cada lunar, cada recoveco, acariaré tu pelo, tu espalda, tus senos y tus nalgas. Te morderé los labios y los pies.

Me fundiré contigo en un abrazo bajo las sábanas, te diré mil y una veces lo que me haces sentir, te besaré la boca durante minutos, y te iré arrancando la ropa, hasta sentir tu cuerpo con el mío, y desnudos, amarnos sin medida.

No pediré permiso para comerme hasta lo más profundo, para que nuestros sexos se mezclen.

Dejaré que mi amante se pierda entre mis piernas, que pueda escalar todas mis curvas, que me muerda, y de recuerdo me deje un beso eterno.

Que mi sexo te sienta, y a la par nos marchemos..... Corramos, lejos....aaahhh, que los dedos se pierdan en lo más oculto, y sin parar, la cama tiemble, que no nos oiga nadie, una vez, otra más, y sin aliento, acostarme en tu pecho.... Y dormirnos hasta la mañana siguiente.


domingo, 9 de diciembre de 2018

La noche caía sonar la ciudad de las estrellas, y a pesar de ser otoño, hacía calor.
Alba preparó en aquella habitación una botella de orujo y un trozo de tarta de almendras y bombones de chocolate negro y sal.

Después de un largo paseo por Santiago y tras meses sin verse, Xel y Alba volvían a compartir cama.
Ella enloquecía con cada una de las pecas que Xel tenía en la espalda, las había besado todas. Había recorrido a besos todo el cuerpo de su amante. Todo. Él se abandonaba a todo lo que Alba pudiera hacer, y ella sabía cómo atacar, derretir a ese hombre era sencillo después de meses.
Unas caricias por el cuello, por los ricos de su pelo, un beso tórrido en la boca y una mano que se pierde por los interiores....

Se respetaban tanto que hasta para desnudarse, se pedían permiso. O incluso Xel, sabedor de que  Alba había sido acosada, le preguntaba varias veces si podía tocarla. Y Alba, se sentía segura con él. Despacio, con cariño, mimando esos cuerpos, él sabía tratarla. Ella, sin duda era también buena amante.

Medianoche y los cuerpos se fundían en uno. Temblando, respirando fuerte, agitando la cama, la perfecta comunión de aquellos amantes era puro amor.
Alba pidió tiempo, un hilo rojo se desprendía, algo le dolía. Ella estaba rabiosa por sentir que había fallado a su amante, y Xel lloraba pensando que no la supo amar bien. Pero se equivocaban. Alba no falló a nadie, pues aún dolorida, hizo estallar el falo de su compañero entre sus pechos, y Xel la miraba y una vez más le decía a Alba que su cuerpo era magia, que una mujer fuerte tiene en sí a una flor muy frágil y era única.

Abrazados, cayeron en brazos de Morfeo, para amanecer horas después ,  cubiertos de besos, desnudos, enredados, ardientes, sintiéndose de nuevo, amándose como ellos saben. Bajo la ducha caliente, abrazados, apurando lon minutos antes de volver a separarse Recordando la noche en que ambos hicieron temblar Santiago, deseando que sus caminos, sus cuerpos, sus vidas, vuelvan a juntarse de nuevo.

jueves, 1 de noviembre de 2018


A ver como explico esto...

¿Como puede ser que quiera tener una relación y por miedo, por lo que pueda pasar, ni siquiera la busque?

Aunque apareciera la mejor persona del mundo no me atrevería a lanzarme al amor y al deseo, a tener una relación.

Sin embargo es algo que deseo tener por compartir mi vida con alguien , por dar y recibir amor, porque se lo bonito que es estar enamorada, pero también se lo que duele dejar de estarlo.

¿Tendrá algo que ver que haya tenido relaciones negativas?

O incluso puede ser que si cada ser con quien intento entablar una relación solo habla de sexo.... parece que fuera lo más importante.  Y no. Para mí en una relación hay más cosas que sexo. Muchas más.

Pero me da miedo descubrirlas aunque en el fondo, una parte de mí está deseando sentir amor y cariño.

Porque una pareja también viaja, sale a cenar, a bailar, tiene gustos comunes, y se dan amor en pequeños gestos, se gustan más allá de lo físico. Y eso es, quizás,  lo que busco y no encuentro.

sábado, 25 de agosto de 2018



Como explicar que el cuerpo empieza a extrañar al ser amado. Que la falta de amor apasionado nos desarma.

Dicen que el sexo alarga la vida y que genera hormonas de la felicidad y yo no creía que fuera verdad hasta que a medida que pasaba más tiempo sin dedicar un rato al placer .... peor tenia el carácter, estaba susceptible, apagada, desganada....

Y es que tal vez el sexo es tan necesario como respirar.... distraerse de todo, abandonarse a un cuerpo que no es el propio y entregarse por entero.

Amarse. Y después de amar a la otra persona, seguir disfrutando de la vida juntos porque creo que el sexo se disfruta antes, durante y después del propio acto en sí.

Y pensar en el cuerpo desnudo de quien nos atrae, tal vez genere esas hormonas de la felicidad.
Besarlo, llenarlo de caricias, recorrer hasta lo más oculto... recordar como lo mimas cuando lo tienes al lado y mimar tu propio cuerpo.

Echar de menos ese aroma, ese tacto de seda, besar la espalda eterna, sentir como respiras, pero solo pensar cuanto nos amamos, como me amabas.... se pinta felicidad sobre cualquier cama.



domingo, 8 de julio de 2018

Merecemos ser felices y respetad@s



Hace unos días me dijeron una frase... "Creo que merezco tener una pareja".

No lo decían por mí,  sino que en un atisbo de ego alguien pensó que se merecía el privilegio de tener pareja, porque sí y punto.

¿Merecer? Parece que tener una pareja fuera un premio, como un trofeo que hemos estado esperando....
El significado del verbo merecer, es: estar en situación de que se te deba algo. Y que sepa yo, nadie nos debe proveer de una persona que nos acompañe en la vida.

El amor surge, nada más, en el lugar más insospechado, cuando menos lo esperamos.
Pero pensar que merecemos eso... Uf ! No lo veo claro.
¿Has luchado acaso para ello? Analiza si es que no tienes pareja, ni la has tenido nunca, porque ocurre eso, y que puedes hacer para en verdad ser merecedor@ de esa pareja que ansías encontrar.

Y en todo caso, creo que si tener pareja fuera algo merecíble, todo el mundo podría tenerla, sin excepciones, o acaso hay alguien que no merece ser amado, querido, convivir, tener descendencia, disfrutar y compartir la vida con alguien.

Encontrar una pareja no es fácil, pero, puedo asegurar, que mantener esa relación tampoco lo es, que no es cuestión de verse dos horas un sábado en el cine.
Una pareja, una relación se basa en la paciencia, en el respeto, la ayuda, el cariño, los intereses comunes, la convivencia.... Pero no desde luego, en el cuerpo que buscas, en la obsesión por el roce, en la perfección... Hay que aceptarse, y aceptar al otro.

Puestos a merecer algo, que sea felicidad, y respeto, sí, lo repito porque es importante, eso, sí que nos lo hemos ganado como seres humanos y sociales que somos.






martes, 26 de junio de 2018

¿Follamos o hacemos el amor?



Algunos/as me diréis que es lo mismo. Pues... Pues no. Al menos para esta que escribe.

Y es que follar, o frungir, o echar un polvo.... Es algo meramente sexual, no va más allá de lo coital, que consiste solo en una penetración, en alcanzar el orgasmo y punto.
Eso es puro sexo, deseo, lujuria.... Y para desahogarse, para un rollo de una noche puede valer...

Pero si tienes una pareja ámala, haz el amor con su cuerpo, siente su piel y cada cambio que las hormonas provocan.
El cuerpo pide cariño, las caricias, un masaje, una mirada, o simplemente disfrutar de la desnudez de nuestra pareja.

Pon una música  que de ambiente, una luz suave, un aroma que os guste.... 
Haz que la otra persona esté agusto, amarse es aceptar como somos, es hablarle al oído, besar cada poro de la piel.

Y algo importante... Si, hacer el amor, como indica la expresión, conlleva un sentimiento, el sentimiento de amar.

Y cuando aparecen en escena, el corazón manda, amas a tu compañera/o por encima de todo, adoras su olor, su tacto, su voz, y aunque lleves con esa persona media vida, amas como es, la amas por dentro y por fuera.

Que bonito es que mas allá de lo sexual, dos personas del mismo, o de diferente sexo, se acaricien, se miren, se sientan, y que apenas importe, su físico, o si van a llegar al orgasmo.... 
Ámate, y déjate amar, es maravilloso... 
El sexo es..., otro mundo, de paSión, de locura, de un orgasmo intenso,.... Pero muchas veces no sentimos nada más que placer... Solo eso.