sábado, 22 de noviembre de 2014

Qué tiene un hombre, que nos vuelve locas?


Que tendrá un hombre que es capaz de volver loco a un cuerpo de mujer.
No me sirve cualquiera y de hecho para escribir esto, me baso solo en aquellos que he visto, que he tocado, que he sentido, que me han hecho sentir.

No cambio por nada del mundo esa sensación de dormir abrazada a un hombre, me da igual con pijama que sin el. Sólo puedo decir que en mis noches de insomnio, que no son pocas, abrazarle, besar su frente o sus labios carnosos, o imaginarme que lo hacia cuando mi amor no estaba  conmigo, me ayudaba a conciliar el sueño.
Yo lo sentía así, podría decirse que lo necesitaba.

Hoy duermo sola, como desde hace ya unos meses, pero con la diferencia, de volver a sentir aquello que ya creía olvidado.

Él no está a mi lado, no le puedo tocar ni sentir, pero cojo su foto, la aprieto contra el pecho, me pongo su canción, “The best”, y luego "Europa", de Santana, beso mi almohada como sí de sus labios se tratara, y la sensación es casi la misma que sentía al tenerlo en mis brazos.

No puede ser igual porque no hay sensación similar a la de sentirse piel con piel, temblar a la vez, sentir su cuerpo, el de la persona amada. Sentir como sus manos te rodean con pasión, y al despertarte te regalan una caricia en el rostro. No hay nada comparable. Lo se.

Hoy conozco tu voz, y me he embriagado del perfume de tu cuello cuando sales a la calle, pero sólo con verte la carita, con haber pasado varias noches escribiendote, con ver ese cuerpo que me vuele tan loca... Con eso ya me vale para ser feliz todo un día.

Me sirve pensar que un día arderemos en una hoguera, como el otro martes nos deshicimos a distancia, pero a la vez. Nunca me habían descrito un orgasmo, lo juro. Pero lo llegué a sentir a través de la distancia.

Llegué a sentir como tu miembro crecía dentro de mis entrañas, como mi lengua recorría tu cuerpo... Como acallabas mis gemidos con tus besos. Vi tu cara de placer, en esa cama de sábanas azules…

Que tendrá un hombre, un amigo, un amante, un novio, un marido, que todo te hace sentir diferente como mujer. 

Todo te sabe diferente, todo se encara con una sonrisa. 
Que tendrán esos seres prodigiosos, maravilla creada dentro de un paraíso, que son capaces de darte todo, de enamorarte con una sonrisa, con una mirada, pero también son capaces de marcarnos el cuerpo, el alma y el corazón, con heridas que nunca cicatrizan.